LAS CADENAS DE SARA

Esta vez me apetecía cambiar el tono del relato. ¿Os apetece un poquito de acción? Pues vamos a ello. Espero que os guste, y en cualquier caso, podéis dejarme comentarios más abajo. Sara ya lo sabía. Pensaba en ello sentada en un taburete al lado de la bañera, mientras masajeaba el pelo rubio de Carol. Miraba aquellos ojos cerrados con sus largas pestañas, y con un dedo iba repasando el paisaje de su cara: aquellos dos hoyuelos, que la volvían loca, su nariz perfecta y sus labios curvados en media sonrisa. Su cuerpo estaba cubierto de espuma. «No puedo consentirlo», rumiaba removiendo el agua que envolvía a Carol. —Tengo que salir, amor —dijo Sara mientras se secaba la mano con la toalla. No recibió respuesta; tampoco la esperaba. Se puso ropa de deporte, cerró la puerta de un golpe y sintió cómo una brisa fuerte la traspasaba el rostro. Inspiró profundamente para intentar apaciguar su ansiedad. Su corazón palpitaba con fuerza, las manos sudaban y el nudo en la boca del